Nehemías


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El único conocimiento que tenemos de Nehemías proviene del libro que lleva su nombre. Era copero del rey persa Artajerjes I (465–424 a.C.). Se trataba de una posición privilegiada. Como no hay mención alguna de su esposa es posible que haya sido eunuco.

Al recibir las noticias de la desolación en que se encontraba Jerusalén (probablemente resultado de los acontecimientos en Esd. 4.7–23), obtuvo permiso para volver a su propio país, y fue designado gobernador. A pesar de la intensa oposición (Sanbalat; Tobías), él y los judíos reedificaron los muros de Jerusalén en 52 días. Luego él y los otros judíos pidieron a Esdras que les leyese la ley, y se comprometieron a observar sus mandamientos. Durante su ausencia en Persia, algunos de los abusos que él había sofocado reaparecieron, y a su regreso tuvo que efectuar nuevas reformas. Sus memorias personales ocupan buena parte del libro de Nehemías, y lo revelan como un hombre de oración, de acción y de devoción al deber.

Para fechar sus movimientos tenemos las siguientes referencias: 2.1. Su designación como gobernador en el 445 a.C. 5.14; 13.6. Su regreso a Persia en el 433 a.C. 13.7. Su regreso a Jerusalén "al cabo de algunos días".

La sugerencia en 2.6 es que su primera designación fue breve, y puede haber regresado a Persia por un lapso breve entre 445 y 433 a.C. Ya que su ausencia de Jerusalén en 13.6 fue lo suficientemente prolongada como para que surgieran abusos, y para que los levitas se viesen obligados a trabajar en los campos, debemos suponer que esos "algunos días" fueron por lo menos 18 meses, y posiblemente más.